Los fertilizantes se utilizan para aportar nutrientes indispensables para el normal desarrollo de las plantas.

Algo similar ocurre con los correctores, solo que estos no se emplean para aportar los nutrientes que suelen necesitar las plantas, sino para actuar en casos específicos, en los que se necesita corregir un desequilibrio o se busca una mayor activación de los nutrientes u otros elementos relacionados.